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LA FÁBRICA DE LA CARTUJA DE SEVILLA

Nuestra historia comienza a principios del siglo XIX, cuando el británico Charles Pickman compra el monasterio cartujano para instalar su fábrica de loza.

La creación de la Fábrica Pickman

Se estima que entre 1838 y 1840 se hacen las primeras obras necesarias para la ocupación y adaptación del conjunto del monasterio y que en esas fechas ya se había comenzado a producir porque una buena cantidad de piezas aparecen en el inventario que figura en la constitución de la sociedad.

Existen pocos datos sobre las gestiones previas a la fundación de la fábrica. En cuanto a la ubicación, Pickman se decidió por el monasterio de la Cartuja y lo solicitó en arrendamiento y posterior compra a la Junta de Enajenaciones de Conventos Suprimidos de la provincia de Sevilla en 1838.

La fábrica de loza en el monasterio de la Cartuja

A diferencia de otras empresas que contaron con edificios creados para uso fabril, Pickman tuvo que adaptar y aprovechar las instalaciones y dependencias existentes en el monasterio para instalar su industria. En los primeros años, las obras fueron mínimas y orientadas a la instalación de las dependencias fabriles, pero a medida que la empresa crecía se intervino en los edificios tanto en el interior como en el exterior, derribando espacios y creando otros nuevos.

Quizá uno de los elementos más característicos, y que aún perdura, fue la construcción de los hornos-botella. Otra intervención significativa fue la instalación de un salón que se utilizó como muestrario de la producción de Pickman en 1866 y que es el germen de lo que después sería el museo de la fábrica.

La fábrica en el s.XIX

Con motivo de la disolución de Pickman y Cía. en 1866, Demetrio de los Ríos elaboró un plano, informe y valoración del monasterio que es un documento indispensable para conocer la estructura de la fábrica en el siglo XIX. El análisis no fue favorable para la empresa: la mala distribución de las instalaciones redundaba en la necesidad de mayor mano de obra y ocasionaba grandes traslados de las piezas entre los diferentes talleres.

La fábrica en el s.XX

Con la declaración del monasterio como Conjunto Monumental Histórico (1964) y con el expediente de expropiación sobre los terrenos que se instruyó en 1971. Estas circunstancias obligaron a tomar la decisión de construir una nueva fábrica en otra ubicación. En 1979 ya estaba en funcionamiento la fábrica de cerámica en las instalaciones de Salteras aunque el desalojo definitivo del monasterio no tuvo lugar hasta finales de 1981.

En este proceso de planificación del traslado, y ante la incertidumbre sobre la forma de conservar o exponer parte de la colección histórica, la fábrica tomó la decisión de depositar parte de ella en el Museo de Artes y Costumbres Populares de Sevilla en 1973 con vistas a su exposición permanente, donde aún hoy existe una sala dedicada a la producción cerámica de Pickman La Cartuja.